01 agosto 2007

Harto del tránsito, ahora rema hasta a su trabajo

El hombre, de 63 años, se sube todas las mañanas a su bote y recorre 10,4 kilómetros. Luego monta una bicicleta hasta su trabajo. Todo el tramo lo hace en una hora y media

Cansado del enloquecedor tránsito vehicular, un empleado de la Biblioteca del Congreso de Bladensburg, en Maryland, prefiere llegar a su trabajo remando.

El húngaro Gabriel Horchler, de 63 años, era uno de los trabajadores frustrados que manejaba su moto por el tránsito del la autopista Anacostia.


Pero un buen día, hace más de siete años, el río Anacostia, que corre paralelo y despejado, llamó su atención.

Ahora él se levanta temprano y sale de su casa en Cheverly en bicicleta hasta el lugar donde toma su bote de fibra de vidrio de 6,40 metros de largo. De allí camina a la ribera con sus remos, se saca los zapatos, entra a su bote, y rema por el sereno río.

Horchler rema 10,4 kilómetros, luego maneja otra bicicleta desde el río a su trabajo. Todo el tramo lo hace en cerca de una hora y media. Horchler describe su rutina como pocas personas lo harían: "El mejor momento de mi día".

La rutina es posible debido al horario flexible de la Biblioteca del Congreso, que permite que sus empleados lleguen entre las 6:30 y 9:30 de la mañana; política diseñada en parte para beneficiar a los empleados que manejan po r las carreteras castigadas por el tránsito.

Horchler rema sólo de ida o vuelta, siempre y cuando lo permita el clima, de marzo a noviembre. Un día él rema de ida y regresa en tren subterráneo; otro día toma el tren subterráneo a su trabajo y vuelve en bote a su casa.