El chiste es obvio, pero no fue ninguno de los 11 de la selección (risas). El DT descansaba en su quinta de Ezeiza y jugaba con una de sus mascotas, que lo atacó y lo mordió en la cara, provocándole algunas heridas.
Esta madrugada fue sometido a una microcirugía en el labio y será dado de alta en las próximas horas.