14 febrero 2008

No todo está perdido

Terminó su mandato como intendente y volvió a su antiguo trabajo: chofer de colectivos.

Orlando Cascú fue electo en el 2003 como intendente de Pilar, un poblado del Gran Córdoba que está ubicado en el departamento Río Segundo y a unos 44 kilómetros de la capital local, y luego de cumplir su mandato, en diciembre del año pasado, volvió a su actividad como chofer de colectivo.

"Volví con mucha dignidad y honra al trabajo que mantuvo a mi familia por más de veinte años", dijo orgulloso a este hombre de 54 años. Añadió que "la función pública y la política fueron una experiencia de vida muy buena, pero disfruto de la libertad y del contacto con la gente".

Cascú, antes de ser intendente, había trabajado como chofer 20 años en la empresa de transporte de pasajeros Malvinas Argentinas, de la cual es socio, que recorre Pilar-Ciudad de Córdoba, y desde enero recuperó su puesto del que había solicitado licencia para asumir la intendencia por Unión por Córdoba.

El ex intendente reseñó que su familia es de "tradición de choferes de colectivos", ya que un hermano trabaja en la misma empresa y su padre también lo hizo antes.

Relató que "toda la vida" trabajó y se siente a gusto haciéndolo y, fundamentalmente, "acompañado por la familia".

Con respecto a su gestión como intendente de Pilar, distrito del sureste de la capital mediterránea y con 12.000 habitantes, destacó que "se realizaron importantes obras para los vecinos y mejoró la recaudación", mientras lamentó la "falta de acompañamiento de la oposición en interesantes proyectos".

"Fueron cuatro años muy duros y el hecho de que haya regresado a mi puesto de colectivero es también una clara muestra de que la función pública no me enriqueció, pero fundamentalmente de que no robé y hoy puedo caminar tranquilamente las calles de mi ciudad. Ni siquiera celular tengo", resaltó Cascú.

Sobre el tema añadió que la empresa donde trabaja le ofreció un puesto administrativo, pero dijo ser "un chofer de alma, además los sueldos han mejorado y puedo mantener a mi familia con lo que gano", aunque no descartó que en el futuro retome la actividad política si se dan las condiciones.

Cristina, esposa del ex intendente, manifestó que su esposo es "muy honesto" y detalló que "ganaba sólo 1.500 pesos como intendente. Nosotros no podíamos vivir con ese sueldo teniendo un hijo en la universidad y dos en el secundario".

"La gestión de mi esposo estuvo condicionado por una oposición que no fue constructiva, sino destructiva y consecuentemente desinteresada por las necesidades de la gente. Nosotros, su familia, nos sentimos orgullosos de lo que hizo y de lo que hace", sentenció.

Fuente: 26 noticias