El primero en llegar a Santa Rosa fue Sainz, que ni bien se bajó de su Race Touareg 2 fue a quejarse con Kriss Nissen, el director deportivo de la escudería alemana. Después de mostrar las huellas del toque y hablar con sus mecánicos, el Matador habló con la prensa: “Faltando unos 50 kilómetros para el final ví que venía Nasser detrás. Tal vez se molestó porque venía sobre mi polvo, pero cuando me superó me pegó. Después se puso a zigzaguear delante de mí. Creo que no es una actitud muy correcta. Yo estoy tranquilo. Mañana trataré de hacer mi trabajo lo mejor posible”.
A los pocos minutos, llegó el Príncipe de Qatar. Por supuesto, dio su versión de lo ocurrido: “Alcanzamos a Carlos en los últimos kilómetros. Fue difícil pasarlo porque él no se movía. Ni bien tuve la oportunidad, lo pasé porque no podía perder más tiempo. De hecho, después de superarlo le saqué dos minutos. Eso demuestra cuán rápido era yo”.
Respecto a la maniobra de sobrepaso, destacó: “Fue difícil pasarlo porque se movía de derecha a izquierda. Eso se puede ver en la cámara que está en nuestro auto… Ayer le pasó lo mismo con Robby Gordon: tuvo un toque porque él no se corría”.
Al-Attiyah, mucho más predispuesto a hablar con la prensa que su compañero, aseguró que “interiormente siento que puedo ganar este Dakar. Mañana haré lo posible para conseguir la victoria”.
¡Qué final!
Por Diego Durruty / Enviado especial de la revista Corsa