El célebre escritor, autor de El Túnel y Sobre héroes y tumbas, falleció de una neumonía en su casa de Santos Lugares. Fue ganador del Premio Cervantes y tuvo un activo rol en la confección del informe Nunca Más, donde se denunciaron las atrocidades de la última dictadura militar.
El escritor Ernesto Sabato, autor de obras inolvidables de la literatura argentina, murió a la madrugada a los 99 años en su casa de Santos Lugares, en el Gran Buenos Aires, confirmó su colaboradora Elvira González Fraga. "Hace quince días tuvo una bronquitis y a la edad de él esto es terrible", relató.
La colaboradora de Sabato -un firme defensor de los derechos humanos- precisó que los restos del notable escritor serán velados esta tarde desde las 17 en la sede del Club Atlético Defensores de Santos Lugares, ubicado en Langeri al 3100, Santos Lugares, frente a la casa donde falleció esta madrugada.
La sala velatoria estará abierta hasta las 24 horas de este sábado y reabrirá mañana de 7 a 12, hasta que parta el cortejo fúnebre. Asimismo, a las 14 horas su hijo, Mario Sábato, ofrecerá una conferencia de prensa en en el club.
Sabato, que había nacido en la localidad bonaerense de Rojas en 1911, iba a ser homenajeado este domingo en la Feria del Libro, dado que el próximo 24 de junio hubiera cumplido 100 años.
El deceso de Sabato no sólo tiene repercusión nacional sino también internacional, debido a la dimensión de su obra, en la que se destaca especialmente Sobre Héroes y Tumbas, publicada en 1964.
Sabato fue una figura central en la elaboración del informe sobre los desaparecidos durante la dictadura militar, trabajo encargado por el Gobierno de Raúl Alfonsín a la CONADEP.
Nació en la ciudad de Rojas, provincia de Buenos Aires, en 1911, se doctoró en física en la Universidad de la Plata e inició una prometedora carrera como investigador científico en París, donde fue becado para trabajar en el célebre Laboratorio Curie.
Allí trabó amistad con los escritores y pintores del movimiento surrealista, en especial con André Breton, quien alentó la vocación literaria de Sabato. Allí en París comenzó a escribir su primera novela, "La fuente muda", de la que sólo publicaría un fragmento en la revista Sur.
En 1945, de regreso a la Argentina, comenzó a dictar clases en la Universidad Nacional de La Plata, pero se vio obligado a abandonar la enseñanza tras perder su cátedra a causa de unos artículos que escribió contra Juan Domingo Perón.
Aquel mismo año publicó su ensayo Uno y el Universo, en el que criticaba el reduccionismo en el que desembocaba el enfoque científico.
Su carrera literaria estuvo influida desde el principio por el experimentalismo y por el alto contenido intelectual de sus obras, marcadas por una problemática de raíz existencialista.
Así, El túnel (1948) ahonda en las contradicciones e imposibilidades del amor, mientras que Sobre héroes y tumbas (1962) presenta una estructura más compleja, en que los diversos niveles de la narración enlazan vivencias personales del autor y episodios de la historia argentina.
La obra de Sabato ha sido prestigiada con numerosos premios internacionales y difundida en múltiples traducciones. Incluye ensayos como Hombres y engranajes (1951), El escritor y sus fantasmas (1963), El otro rostro del peronismo (1956), Tango: discusión y clave (1963), La cultura en la encrucijada nacional (1973), Tres aproximaciones a la literatura de nuestro tiempo (1974), Apologías y rechazos (1979), Antes del fin (1998) y La resistencia (2000). En 1984 recibió el Premio Cervantes, la máxima distinció literaria de la lengua castellana.
Una vez terminada la dictadura militar, presidió la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), encargada de investigar las violaciones a los derechos humanos ocurridos en la Argentina entre 1976 y 1983 a manos del proceso militar.
En el prólogo del documento, que le entregó en manos al entonces presidente Raúl Alfonsín, escribió: “Las grandes calamidades son siempre aleccionadoras, y sin duda el más terrible drama que en toda su historia sufrió la Nación durante el periodo que duró la dictadura militar iniciada en marzo de 1976 servirá para hacernos comprender que únicamente la democracia es capaz de preservar a un pueblo de semejante horror, que sólo ella puede mantener y salvar los sagrados y esenciales derechos de la criatura humana. Únicamente así podremos estar seguros de que NUNCA MÁS en nuestra patria se repetirán hechos que nos han hecho trágicamente famosos en el mundo civilizado”.
CIENTÍFICO Y ESCRITOR. En 1938 obtuvo el Doctorado en Física en la Universidad Nacional de La Plata y gracias al Premio Nobel Bernardo Houssay le fue concedida una beca anual para realizar trabajos de investigación sobre radiaciones atómicas en el Laboratorio Curie en París.
En París entra en contacto con el movimiento surrealista y con la obra de Óscar Domínguez, Benjamín Péret, Roberto Matta Echaurren, Esteban Francés, entre otros. Esto marcaría una profunda influencia en sus futuras obras literarias.
En 1939 fue transferido al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), por lo que abandonó París antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial. Regresó a Argentina en 1940 con la decisión de abandonar la ciencia. En 1943, debido a una crisis existencial, decidió alejarse de forma definitiva del área científica para dedicarse de lleno a la literatura y la pintura, otra de sus grandes pasiones.
1 comentario:
-¿Cuando confirmas que tu novia está tomando demasiados esteroides?
-Cuando te tumba boca abajo en la cama y te da por el cu..lo con su clítoris!!
Si encuentran a alguien en la radio que labure.. salúdenlo de mi parte!
Migalcha Yasolomea (Correntino y Japonés!)
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