16 agosto 2010

Al final Moreno no es tan malo

Los alimentos que no controla Moreno cuestan hasta 56% más

Se lo acusa de métodos poco heterodoxos, discursos amenazantes y decisiones al filo de la legalidad. Sin embargo, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, puede celebrar al menos un éxito: los precios de los productos que vigila más de cerca están muy por debajo de los valores de venta que muestran en los comercios fuera de la órbita del funcionario. 



De acuerdo con un relevamiento realizado por El Cronista en diversos comercios de la Ciudad de Buenos Aires, los precios de alimentos en supermercados chinos y almacenes de barrio pueden ubicarse hasta 56% por encima de los valores que muestran las góndolas de los grandes supermercados.

Entre ellos, Carrefour, Jumbo, Disco, Walmart y Coto, sobre los cuales el control de precios que hace Moreno le resulta más sencillo, dado que todos los meses autoriza incremento de precios precisos –divididos por marcas y tipo de público al que apunta el producto– y envía periódicamente a sus inspectores para controlar que se cumplan sus designios.

Su poder, en cambio, se diluye en el resto de los comercios, que entre sí pueden estar separados por escasos metros. En Larrea entre Paraguay y Córdoba, el supermercado Disco –habitualmente relacionado con un servicio completo, pero también con productos más caros que sus competidores–, vende el kilo de azúcar Chango en bolsa a $ 3,19, mucho menos de los $ 4,5 (41% más) del almacén de la esquina y ni que hablar de los $ 5 que cuesta el mismo producto en el supermercado chino.

En otros productos la diferencia entre los comercios controlados y los que no aparece como menor, pero sigue siendo amplia: salvo contadas excepciones, tanto en el clásico almacén de barrio como en el supermercado chino, la mayoría de los productos cuestan entre 1% y 40% más que en las grandes cadenas. Esa situación se repite en góndolas de otros barrios como Balvanera, San Cristóbal y Congreso.

De acuerdo con números de la consultora Nielsen, por caso, los almacenes son en promedio un 10% más caros que los grandes supermercados. Aún así, recuperaron ventas en el año debido a que el encarecimiento general de los productos diluyó parte de la diferencia de precios que mostraban en otra época.

El método Moreno

De acuerdo con los números de facturación, las tiendas de proximidad, autoservicios, almacenes y supermercados chinos son los que más influyen en el bolsillo de los consumidores.

Cubren, en total, 70% de la demanda. Los almacenes, por caso, acumulan 37% de las ventas, mientras que las grandes cadenas rondan el 33 por ciento.

En ese último segmento, Moreno divide desde hace años el universo de productos en masivos (apuntan a los consumos de menores recursos y tienen autorización para subir entre 2% y 8% cada mes), selectivos (considerados intermedios, que ajustan como máximo hasta un 15%) y premium, que abarca a los más onerosos y están autorizados a aumentar hasta 20% en algunos meses.

Todos los meses, desde Comercio Interior llegan las autorizaciones de aumentos por marca –La Serenísima, SanCor, Unilever, Bimbo, Cadbury, Nestlé, Pernod Ricard y Celusal, entre muchas otras– a los supermercados. Si los proveedores quieren cobrar más caro por el producto, las grandes cadenas pueden “rechazarlo e incluso denunciarlo ante Moreno”, aseguró un empresario del supermercadismo.

Aún así, su estrategia tiene algunos puntos blandos. “Hay mucho recambio de surtido”, aseguraron conocedores del mercado, a cambio de mantenerse en reserva.

En otras palabras: las empresas proveedoras mantienen los precios de venta del producto que sugiere Moreno, pero reducen el tamaño del envase de forma tal de enmascarar las subas.

El Cronista