Boludos hay en todas partes (aunque en este caso le podemos decir gilipollas). Un policía le salvó la vida a otro hombre que había caído a las vías del Metro de Madrid, aparentemente borracho.
Los pasajeros que estaban en el andén comenzaron a hacer señas al tren que entraba en la estación para que parara, mientras el policía bajaba a las vías para ayudar al hombre.
Al ver que al tren no le daba tiempo a detenerse, el policía arrastró al boludo hasta el otro lado de las vías, salvándole así la vida en el último instante.